“Las obras como testigos de nuestra fe”. Sin duda los cristianos anhelamos acudir todos los domingos a estar con los hermanos alabando a Dios, pero sería un error pensar que los mensajes que escuchamos no estén destinados a ser un desafío para nuestra vida cristiana, y por su puesto sería un error también pensar que deberían encajar con “lo que nuestros oídos quieren oír”. El apóstol Santiago en el segundo capítulo de su carta nos presenta una enseñanza muy clara relacionada al acompañamiento de las obras en nuestra fe. Si un cristiano dice tener fe pero no hace nada para demostrarla, esa fe está muerta. ¿Puede un cristiano tener fe y no tener obras?, la respuesta es un claro NO. Si un cristiano dice tener fe y no hace nada por manifestarla entonces es pura palabrería. Si vemos a algún hermano tener necesidad es bueno orar, pero si podemos hacer algo por satisfacer la necesidad del hermano no nos limitemos solo a la oración, debemos manifestar nuestra fe por medio de las obras, la fe que no se manifiesta en obras es una fe muerta. Las obras son una demostración de que nuestra fe es genuina. También los demonios creen pero no son salvos, pues no basta sólo creer en Dios si no hacer buenas obras, la fe que no cambia nada es una fe muerta. Un gran ejemplo de la fe de los hombres de Dios es sin duda la de Abraham, un hombre que obedeció a Dios “…Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia, y fue llamado hijo de Dios...”· Mi querido hermano, te invitamos a que hagas una profunda reflexión en el tipo de fe que dices que tienes en nuestro salvador Jesús, porque si no va acompañada de buenas obras tú fe no vale para nada, es vana ¿Cómo sabemos que nuestra fe es verdadera?, la respuesta la encontramos en la misma palabra de Dios: cuando haces las obras De Dios. No es mi intención desmoralizarte sino más bien todo lo contrario, motivarte a que cada día hagas lo que esté a tu alcance para mostrar al mundo que eres un verdadero cristiano, porque tu fe es genuina, cuando va acompañada de tus obras. “Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta”. Que nuestro gran Dios y Señor Jesucristo nos acompañe en ese lindo camino de la fe acompañado de obras que la confirman. ¡En esa esperanza!